Enfermedades de la empresa y el DOH
Se denomina enfermedad al proceso y al status causado por una afección en un ser vivo, que altera su estado de salud. Este estado puede ser provocado por distintos factores, ya sean intrínsecos o extrínsecos al organismo.En el lenguaje cotidiano, la enfermedad es entendida como lo opuesto a la salud: es aquello que causa una alteración o una desarmonización en el sujeto, ya sea a nivel molecular, corporal, mental, emocional o espiritual.Ahora bien, hagamos una analogía con las empresas, recordando primero que sucede cuando en ocasiones un pequeño virus decide entrar en nuestro cuerpo.La respuesta es obvia, sin lugar a dudas nos veríamos debilitados con un accionar lento y poco efectivo e ineficiente. Este estado físico nos obligaría a tomar acciones para remediarlo, tales acciones se pasearían desde ir a una consulta médica hasta la ingesta de medicinas que puedan devolverte el estado físico óptimo.
¿Qué le sucede a una empresa cuando ese pequeño virus entra en sus entrañas?
Desde el momento que decidimos adentrarnos en el mundo empresarial nos dimos cuenta que son innumerables las empresas que están enfermas, están inmersas en patologías graves y con dolencias diferentes. Lo verdaderamente lamentable y grave de estas enfermedades es que en ocasiones nos encontramos con directivos que no se dan cuenta de ellas o no se quieren dar cuenta, haciéndose la vista gorda. Según estudios realizados en los últimos años, hay varios factores que pueden contribuir a este fenómeno:
•Crisis de identidad / Encrucijada estratégica.
•Ausencia de un auténtico líder.
•Falta de cultura de trabajo en equipo.
Estos son los síntomas que dan lugar a centros de trabajo inhóspitos, donde las personas acuden con la sensación de ir a sufrir, y con la mente puesta más en cómo sobrevivir que en aportar su talento a un fin común. Según Javier Fernández Aguado y los coautores del libro “Las enfermedades de las empresas: Diagnóstico y Tratamiento” las empresas también pueden padecer de Anemia que desde un punto de vista organizacional podría definirse como: “Disminución del Compromiso en la Organización”.
¿Cómo identificar si nuestra empresa puede estar sufriendo una enfermedad?
La única manera de identificar si tu empresa está enferma es verificando si la misma tiene síntomas comunes de patologías:
•Desgano, trabajo de escasa calidad o por debajo de lo esperado.
•Rumores, y murmuraciones.
•Ausentismo laboral.
•Impuntualidad recurrente.
•Malas contestaciones de los empleados.
•Ausencia del sentido del humor.
•Mínimo nivel de comunicación.
Si reflexionamos unos instantes sobre el estado de nuestra empresa, de una manera crítica, quizás identifiquemos un buen número de síntomas similares a los aquí expuestos. El tema no es para preocuparse, el punto es para ocuparse; una vez reconocida e identificada la patología empresarial, debemos tomar ciertas acciones que nos ayuden a sanar la organización.
¿Qué debo hacer para que mi empresa sane de su patología?
Son variados y complejos los tratamientos para la sanación, sin embargo existe una gragea dentro de los mismos que está compuesta del primer y más poderoso ingrediente para curar cualquier afección empresarial y no es otra que la “voluntad del paciente por querer curarse”. Esto es el punto de partida para la sanación de cualquier empresa, es decir que sus directivos quieran curarla. Si escuchamos frases como “Tengo muchos años operando así y me ha resultado” déjeme decirle que esa organización o empresa está en terapia intensiva. (Aunque no lo parezca). La experiencia en el trabajo diario con empresas clientes nos ha demostrado científicamente que, ante dos (02) empresas con similar estructura y con similares patologías, una logra sanarse y la otra lamentablemente fallece, esto ocurre inclusive aplicando el mismo tratamiento.
Esto se debe principalmente a dos aspectos, primero a que no desea realmente sanar y segundo, por consecuencia lógica, no tienen la voluntad de seguir el tratamiento recomendado.Lo único real ante esto es, que aquella empresa que realmente desee eliminar sus patologías, deberá trabajar arduamente en aplicar el tratamiento diseñado para obtener la cura, si por el contrario sus directivos se sumergen en el común defecto de engañarse, pretendiendo demostrar que aplican el tratamiento en forma utópica, estaremos en frente de un paciente terminal, al cual muchas veces nos ha tocado practicar la eutanasia solidaria empresarial. (EL PACIENTE SE QUIERE MORIR).....